La transición en la portería llegará, si nada cambia, en Vigo. El estadio Municipal de Balaídos será testigo del debut de Kepa Arrizabalaga como portero del Real Madrid. Es el plan que tenía el club blanco desde que la llegada del portero vasco y el que apuntan a llevar a cabo, a pesar de que Lunin, que pudo hacer algo más en el gol del Almería, ha firmado dos buenas actuaciones tanto frente al Athletic en la primera jornada de Liga como contra los andaluces en el segundo partido del campeonato.
Kepa está trabajando a un grandísimo nivel desde que llegó al Real Madrid. Su primer entrenamiento lo llevó a cabo hace una semana y un día, y desde el primer momento demostró que el club blanco no se ha equivocado con su llegada. Al mismo tiempo, Lunin también está trabajando muy bien, como suele ser habitual. Por lo tanto, el vasco y el ucraniano harán que la decisión de Ancelotti sea complicada, aunque todo hace indicar que el italiano tomará la decisión de apostar por el internacional español.
Kepa se prepara para estrenarse como portero del Real Madrid, cinco años, siete meses, y 21 días después de haber pasado el reconocimiento médico con los blancos y ver como Zidane se negaba a su llegada. El 4 de enero de 2018, mientras los madridistas jugaban un partido de Copa del Rey en Soria ante el Numancia, el vasco viajaba a la capital de España para someterse a las pruebas médicas en el hospital Sanitas La Moraleja. El acuerdo con el Athletic se había alcanzado e iba a salir por 20 millones de euros, pero el entrenador francés dijo «no» y todo se truncó. Lo que pasó después ya es historia. El de Ondárroa se fue a Chelsea ese verano convirtiéndose en el portero más caro de la historia y los blancos ficharon a Courtois.
Su objetivo es quedarse
Como contó OKDIARIO, Kepa llega al Real Madrid con ganas de demostrar que puede ser el portero que los blancos tendrán que fichar la próxima temporada, cuando Lunin ponga punto final a un contrato que parece complicado que quiera ampliar. Por ello, el objetivo del vasco en estos meses, donde va a ser el dueño de la portería madridista, no será otro que tratar de ganarse a la afición del Santiago Bernabéu y, sobre todo, convencer al club de que hagan un esfuerzo por su fichaje.
El próximo verano el Chelsea no pondrá problemas a la salida de Kepa, pero tampoco regalarán a un guardameta por el que pagaron 80 millones de euros al Athletic hace cinco temporadas. Por lo tanto, si el Real Madrid se convence de que debe ser el portero que compita con Courtois a partir del curso que viene, sabe que se tendrá que sentar a negociar con un club con el que mantiene una gran relación desde hace mucho tiempo.
«¿Quedarme después de la cesión? Ojalá. Hoy es el primer día de mi cesión. Tenemos tiempo, veremos. Ojalá con mi rendimiento pueda hacer que eso pase», aseguraba en rueda de prensa. Aunque antes, posiblemente en una traición de subconsciente, habló en pasado de su etapa en el Chelsea, donde deberá volver una vez finalice la presente temporada. «He pertenecido a un gran club», dijo.
